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VIERNES, 13 DE AGOSTO DE 2010


MUESTRA


Album personal

La muestra de Daniel Böhm recupera paisajes íntimos, amores guardados y esos instantes que los fotógrafos no pueden guardar.








 






Por Daniel Gigena


Más de cuarenta fotografías en blanco y negro y en color, y una videoinstalación referida al ámbito de la danza realizada en colaboración con Mayra Bonard (de la compañía El Descueve), le bastan a Daniel Böhm para configurar un categórico universo visual en la galería Laura Haber. La complejidad de las ideas de los fotógrafos a veces no suele ser tenida en cuenta, y es más sencillo apelar al cliché para reducir una obra que dialoga con el presente, la historia del arte, el contexto y la propia biografía. En Racconto (paisajes privados) hay constantes: de entrada, la admiración y afinidad de Böhm con la obra del fotógrafo estadounidense Duane Michals, de quien toma prestado las famosas secuencias narrativas, las oposiciones temáticas (vejez y juventud, vida y muerte, realidad y representación) y las paradojas temporales; la influencia de René Magritte, con su característico desfile de espejos, ventanas y reflejos (como en Despedida) utilizados como ambiguos marcos; el mundo masculino (la mayoría de los retratados son hombres o, más precisamente, fragmentos de sus cuerpos) como objeto de mirada y de deseo.

Las citas al trabajo de Michals no son casuales. Böhm conoció personalmente al fotógrafo de origen checo nacido en Pensilvania mientras estudiaba cine en la Universidad de Nueva York y en la Escuela de Artes Visuales de esa ciudad, y aún lo frecuenta. En la Serie de la magia, así como en numerosas fotos de la muestra, le rinde homenaje y actualiza para el público local varias de las estupendas ideas de Michals: la narración, el humor gradual, los desenlaces sorpresivos de sus relatos en imágenes, la ternura asociada al erotismo, el uso dramático de la sobreimpresión y la doble exposición.

Presencias transparentes, sombras, detalles, siluetas, pero también rostros amplificados de hombres jóvenes y no tanto, indagan de manera indirecta el registro autobiográfico de la muestra. Al sesgo, la mirada de Böhm pone en escena, bajo la forma de paisajes íntimos y escuetos, incluso domésticos (varias imágenes han sido tomadas en la casa del fotógrafo), cuerpos de amantes vigorosos y sensuales, a la vez que expone la carne madura de Jon investida de grandeza y solidez. Alejada de los convencionalismos (el fetiche, la ya gastada escena sadomasoquista, el culto de la celebridad), Raccontos es más un método que una muestra de fotografías. La formación como cineasta de Böhm y el experto apoyo en la curaduría a cargo de Fabiana Barreda refuerzan el sentido de “puesta en escena” de este recorrido analógico: fantasma y fantasía, comicidad y nostalgia, religión y amor homosexual, sin contar los vericuetos del fotógrafo y su doble, reverberan en este viaje hacia el porvenir de la imagen.

Raccontos (paisajes privados), muestra organizada en el marco del Festival de la Luz 2010, Galería Laura Haber, Juncal 885, lunes a viernes de 11 a 20, sábados de 11 a 15. Hasta el 5 de septiembre.